El psiquiatra italiano Franco Rotelli –protagonista, junto a Franco Basaglia, del proceso de desmanicomialización de Trieste y presidente de la Asociación Mundial de Salud Mental– participó del Plenario del Órgano de Revisión Nacional de Salud Mental (ORN) y de una reunión de intercambio con referentes vinculados al campo de la salud mental comunitaria. En conversación con el ORN, Rotelli habló del papel central que deben cumplir las instituciones para reconvertir la atención en salud mental en la Argentina y de la importancia de la atención en hospitales generales.
El Órgano de Revisión de Salud Mental y el Servicio de Salud Mental de la localidad de Trieste firmarán un convenio de cooperación e intercambio enfocado en procesos de desinstiucionalización. ¿Qué evaluación realiza usted de esta articulación que se propone?
Me parece que ustedes hacen un trabajo muy importante, pero al mismo tiempo ustedes saben muy bien que si los servicios no siguen mejorando, si la ingeniería social de los servicios de salud mental no sigue desarrollándose, cualquier forma de revisión, es una forma insuficiente. Los derechos individuales están bien protegidos por ustedes pero los derechos sociales, los derechos de la gente, de conseguir servicios a nivel de las necesidades efectivas de la gente, siguen siendo muy frágiles. Los manicomios, los monovalentes no son una buena respuesta, no sirven para el proceso de empoderamiento de la gente, que es lo que se debe hacer en salud mental. Si no cambian las instituciones, un mejor control sobre las mismas instituciones que no cambian tiene su importancia pero no es suficiente. Entonces, es fundamental que, a través de convenios como el que se firmará, se trabaje para hacer una campaña de sensibilización a los políticos, a los técnicos, a los psiquiatras, a la gente que puede ser un trabajo importante. Trieste tiene una tradición, una legitimación internacional importante y la colaboración entre instituciones tiene significado. Espero que nuestra cooperación refuerce, que nuestro convenio entre Trieste y la defensoría tenga la fuerza propia porque es necesario que el ORN sea real y promueva servicios adecuados.
¿De qué manera considera usted que es posible derribar las barreras, qué estrategias, qué principios o acuerdos habría que tener a nivel social como para empezar a trabajar en la desinstitucionalización?
Me parece que… en presencia de un conflicto bastante fuerte con los psiquiatras por la implementación de la ley, en presencia de un imaginario de la población sobre riesgos sobre el cierre de los hospitales psiquiátricos, necesita imponerse con mucha fuerza una propuesta positiva de implementar servicios en los hospitales generales y servicios de salud mental pero comenzando por prohibir los nuevos ingresos al hospital psiquiátrico. No quiero que se hable de cerrar los hospitales psiquiátricos quiero que se hable de cerrar los nuevos ingresos en hospitales psiquiátricos que los ingresos sean solamente para tratamientos dentro de los hospitales generales o dentro de los centros de salud, ya que ustedes tienen servicios dentro de los hospitales generales, necesitan potenciar esos servicios, necesitan desarrollarlos, sectorizar esos servicios en el sentido de que cada servicio dentro del hospital general debe ser responsable de una población determinada. Ustedes tienen muchos hospitales generales y algunos de los hospitales generales tienen buenos servicios de salud mental. Se pueden cerrar los ingresos nuevos al hospital psiquiátrico y en el tiempo, efectivamente, podrán superar al hospital psiquiátrico. Se necesita terminar con los nuevos ingresos, el tratamiento necesita hacerse en el hospital general, pero se necesita que el hospital general sea georeferenciación de la población general. Se necesita ver cuántas camas se necesitan para cuánta gente y responsabilizar a los hospitales generales para arbitrar los medios y los tratamientos, y terminarlos allí. Después necesitan desarrollarse un sistema de salud comunitario, dentro del territorio.
¿Qué respuesta daría usted al planteo de que la ley de salud mental 26 657 en la Argentina es difícil de implementar?
Como primera cosa, resulta que los hospitales monovalentes cuestan muchísimo dinero al año. En consecuencia, hay muchos recursos dentro de los hospitales monovalentes. Pienso que no es un tema de recursos. Que los servicios dentro de los hospitales generales que puedan terminar con los ingresos en los hospitales psiquiátricos no es un problema de recursos sino de organización, de reconversión de recursos. Es solamente una cuestión administrativa.
¿De qué manera se puede romper con la lógica del encierro como única solución para los padecimientos en salud mental?
La respuesta está en las instituciones. Son las instituciones las que deben romper con esta lógica. Si uno ofrece a la gente, finalmente, un servicio digno la gente comprende. Si no tú no haces nada, la gente va a seguir creyendo que la única solución está en el hospital psiquiátrico. Si desde las instituciones se afirma que es mejor un servicio de hospital general, con todo que se necesita, o estar encerrado en un manicomio. ¿Cuál es la respuesta de la gente? Prefiero ir a un hospital general.